lunes, 30 de mayo de 2011

Erupciones masivas sacuden al sol


¿Que son los erupciones?
Una erupción solar es una violenta explosión en la fotósfera del Sol con una energía equivalente a decenas de millones de bombas de hidrógeno, de hasta 6 × 1025 J. Las erupciones solares tienen lugar en la corona solar y la cromosfera, calentando plasma a decenas de millones kelvin y acelerando los electrones, protones e iones más pesados resultantes a velocidades cercanas a la de la luz.

Las erupciones solares se observaron por primera vez en el Sol en 1859. Se han observado erupciones estelares en otras estrellas. La frecuencia de estos sucesos varía, de varios al día cuando el Sol está particularmente "activo" a menos de una semanal cuando está "tranquilo". La actividad solar varía en un ciclo de 11 años (el ciclo solar). En la cúspide del ciclo suele haber más manchas en el Sol, y por tanto más erupciones solares.
Una mancha solar es una región del Sol con una temperatura más baja que sus alrededores, y con una intensa actividad magnética. Una mancha solar típica consiste en una región central oscura, llamada "umbra", rodeada por una "penumbra" más clara.






Con este tema le damos el final a este blog educativo que fue creado con el fin de demostrar que la física no se limita solo a una área de ciencias exactas sino que está en cualquier sitio del universo, en cualquier cosa que hagamos, basta con revisar cada uno de los artículos anteriores donde en forma cuantitativa pueden comprobar que la física la estamos practicando
en cada momento de nuestras vidas...
Nuestro equipo le da las gracias a todas las personas que accedieron a este blog y en especial a  nuestra Profesora Irma Merchan por todo los conocimientos compartidos, por hacer de su clase un momento para descubrir el maravilloso mundo de la fisca y ver esta materia desde varios prospectos... gracias por hacer la clase dinámica y divertida!!!

jueves, 21 de abril de 2011

DESASTRE ¿NATURAL?

POR: GUSTAVO CORONA 
El terremoto de grado 9.0 ocurrido en japón fue un desastre natural que conllevo a un tsunami el cual afecto a los plantas nucleares las cuales tienen cierto grado de calidad en su construcción pero eso no evita que tengan fallas en situaciones inesperadas .
todo se centro en un punto de alta emergencia por varias razones ,  QUE SI SE HABÍA ESCAPADO MATERIAL RADIOACTIVO ?, QUE SI ERA IGUAL AL DE CHRERNOBYL? pero lo mas importante era como controlar esas fallas  y tener todo bajo control y como el ser humano puede hacer lo imposible posible todo quedo en un pequeño desastre natural el cual no tuvo grandes efectos secundarios sin contar dejar escapar material radioactivo al aire y al mar que según los expertos no tienen ningún daño para la salud .
En conclusión la tragedia que ocurrió en japón es posible que sirva para que ciertos gobiernos y opinión publica se opongan rotundamente a ese tipo de formas alternativas  de generación de energía y ademas conocer a ciencia cierta que efectos negativos va a causar.


INVESTIGACION

Tres plantas nucleares de Japón, afectadas por el terremoto

TOKIO, 13 de marzo.- La crisis nuclear en Japón se recrudece al paso de las horas y ya son tres plantas atómicas afectadas tras el terremoto de 9.0 grados Richter ocurrido el viernes pasado y seguido por un devastador tsunami.
En dos de las centrales nucleares ya se declaró emergencia, y una tercera, la planta nuclear de Tokai, en la prefectura de Ibaraki, perdió su sistema de refrigeración por una avería, citó la agencia de noticias Kyodo al organismo de incendios y desastres de Japón.
La compañía administradora Japan Atomic Power destacó que la instalación se apagó automáticamente tras el terremoto de magnitud 9.0 del viernes.
No se dieron más informaciones sobre el actual incidente en la planta.
Pocas horas antes del más reciente incidente en Tokai, las autoridades japonesas habían declarado el estado de emergencia nuclear para la planta en Onagawa, debido al elevado nivel de radiactividad, comunicó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Japón informó al OIEA de que la operadora de la central nuclear de Onagawa, Tohoku Electric Power Company, ha fijado el nivel de alerta en uno, el más bajo de la escala, tras el devastador terremoto del pasado viernes en Japón.
Las autoridades niponas dijeron al organismo de la ONU que "los tres reactores en la planta nuclear de Onagawa están bajo control".
Según el OIEA, la declaración de alerta se debió a "la lectura de los niveles de radiactividad permitida en los alrededores de la planta. Las autoridades japonesas están investigando la fuente de la radiación".
La central atómica de Onagawa está ubicada en la prefectura de Miyagi, unos 450 kilómetros al norte de Tokio, una zona afectada por el sismo de 9.0 grados en la escala de Richter del pasado viernes, el más fuerte jamás registrado en Japón hasta ahora.
El temblor y el posterior tsunami afectaron gravemente también a dos de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, unos 150 kilómetros al sur de Onagawa, en la costa oriental de Japón, por lo cual también se había declarado emergencia.
En el caso de Fukushima, las autoridades niponas informaron al OIEA que la operación de ventilar el sistema de contención del reactor número 3 comenzó hoy por la mañana para permitir que la fuga controlada de vapor rebaje la presión en el interior de la vasija de contención del reactor.
Este procedimiento se aplicó después de que fallaran varios intentos de refrigerar la planta, primero con agua normal y después con agua de mar, agregó el comunicado del OIEA.
Sin embargo, los expertos japoneses no precisaron si la salida de vapor contribuyó a aumentar el nivel de radiactividad en el entorno de las instalaciones, aunque sí advirtieron de "una posible acumulación de hidrógeno".
Una acumulación de hidrógeno similar pudo ser la causa de la explosión ocurrida ayer en el reactor número 1 (de los seis existentes) en Fukushima, que destruyó el tejado y las paredes exteriores, tal como pudo verse por la televisión nipona.
El OIEA, responsable de velar por la seguridad de las centrales nucleares, ha ofrecido sus buenos oficios para apoyar a Japón tras el terremoto en el marco de la Convención de Asistencia vigente.

DIFERENCIAS CON EL ACCIDENTE DE CHERNOBYL

El Foro de la Industria Nuclear española observa varias "diferencias" entre el accidente de central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón), que ha sido clasificado con el nivel 7 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés), debido a la emisión de radiactividad al exterior, por lo que se sitúa al mismo nivel que el registrado en la central de Chernóbil (Ucrania) en 1986, aunque en este caso, la máxima clasificación se debe a la destrucción total del reactor y a las graves consecuencias de contaminación y dosis de radiación a grandes distancias de la planta.
   Así, el Foro Nuclear observa algunas diferencias entre ambos accidentes que incluyen la tipología del reactor, el origen y causa del accidente; las consecuencias inmediatas; los acontecimientos posteriores; y los efectos en la contención de los reactores.
   Concretamente, señala que la base para reclasificar la calificación provisional de nivel 5 para los reactores 1, 2 y 3 ha sido la emisión de radiactividad al exterior.
   En cuanto a las diferencias, explica que el reactor de Chernóbil era de grafito y refrigerado por agua en ebullición (RBMK) mientras que los tres de Fukushima están moderados y refrigerados por agua en ebullición (BWR).
   Además, el origen del accidente de Chernóbil se debió a errores básicos en el diseño y en la operación que dejaron fuera de servicio "voluntariamente" varios sistemas de seguridad para realizar un experimento, por lo que el reactor estaba en operación en el momento del accidente y éste se encontraba dentro de un edificio convencional que carecía de estructuras de contención.
   La diferencia, añade el Foro Nuclear, con Fukushima, sucedió al producirse el terremoto de 9 grados de magnitud en la Escala Richter y los tres reactores que estaban en operación pararon de forma automática, al tiempo que el reactor número 4 estaba en parada por mantenimiento y las unidades 5 y 6 también estaban paradas y separadas de las otras.
   Respecto a las consecuencias, en Chernóbil los errores de operación y una combinación inestable del caudal de agua de refrigeración y la situación de las barras de control provocaron una elevación incontrolada de la potencia generada por la fisión nuclear en unos tres segundos. El combustible se fundió y reaccionó "violentamente" con el agua, originando una onda de presión que destruyó el núcleo, la tapa de la vasija y el edificio convencional que alojaba el reactor, esparciendo una mezcla de combustible, grafito y elementos estructurales por varios lugares de los restos del edificio y saliendo al exterior.
   En ese sentido, en Fukushima, los elementos combustibles se encontraban contenidos en las vasijas quedaron con su calor residual, producido por la desintegración de los productos radiactivos de fisión contenidos en los mismos, y equivalente a un porcentaje reducido de la potencia nominal, decreciente rápidamente con el tiempo transcurrido desde su apagado (a las doce horas queda sólo un 1 por ciento), al tiempo que, en ese momento, entraron en funcionamiento los sistemas de refrigeración de emergencia. El Foro Nuclear precisa que normalmente estos se alimentan con energía eléctrica de la red exterior, pero al faltar este suministro por el terremoto, los sistemas actuaron alimentados por baterías, mientras arrancaban los generadores diesel de emergencia.
CHERNÓBIL, SIN SOLUCIÓN, OPTÓ POR VERTER AL AIRE
   Respecto a las consecuencias, considera que en Chernóbil "no había recuperación posible" por lo que comenzaron el vertido aéreo de "grandes cantidades de diversos materiales" para impedir la dispersión de los materiales radiactivos al exterior, pero no fue hasta "mucho más tarde" cuando se construyó el sarcófago que sirvió "temporalmente" de una contención que no estaba en su diseño original.
   Por el contrario, afirma que en Fukushima, desde el terremoto hasta la llegada del tsunami, el procedimiento funcionó de acuerdo al diseño, pero el maremoto inundó los edificios, dejando fuera de servicio los generadores diésel y "un número indeterminado" de elementos, y en particular los que regulan los sistemas de refrigeración del núcleo en caso de emergencia y los de las piscinas de almacenamiento de combustible usado. De este modo, reconoce que a partir de ese momento se perdieron "todas las fuentes eléctricas" y la regulación del venteo de las vasijas de los reactores afectados, así como los venteos de los edificios de contención primaria a los edificios del reactor y el control de las concentraciones de hidrógeno en los edificios de contención.
   En todo casos, subraya que "todas" las acciones se encaminaron a evitar el calentamiento de los elementos combustibles que estaban en las vasijas de presión y en las piscinas de combustibles y precisa que "no ocurrieron ni pueden ocurrir reacciones de fisión en criticidad, porque la actuación de los sistemas automáticos de control, al ocurrir el terremoto, dejó los reactores en condición subcrítica".
   Asimismo, recuerda que el reactor de Chernóbil no tenía edificio de contención donde habría quedado confinada la radiactividad, mientras que en Fukushima "todo el conjunto" está encerrado en el edificio del reactor.
   Por otro lado,, apunta que la escala INES clasifica los sucesos nucleares en función del impacto fuera del emplazamiento, sobre todo de liberación de radiactividad al medio ambiente; el impacto dentro de los límites del emplazamiento, incluyendo los daños en la instalación y la sobre-exposición de los trabajadores; y la degradación de la defensa en profundidad.
   Finalmente, recuerda que nivel 7, el máximo de la escala, es "accidente grave que libera al exterior una fracción significativa del contenido de los productos de fisión más volátiles acumulados en el núcleo del reactor" y que ocasiona en amplias zonas -- incluso a más de un país-- efectos "nocivos para la salud y el medio ambiente que pueden persistir a largo plazo", una categoría que hasta ahora sólo ostentaba el accidente de Ucrania del que próximamente se cumplen 25 años.

POR :GUSTAVO CORONA 3Bv



Desastre...¿natural?

  
El tsunami subsecuente –que ocurrió a unos 130 kilómetros de la costa nororiental de Japón–, con olas de hasta 10 metros, causó una devastación que horrorizó al mundo, al ser transmitida en tiempo real. Y los daños se extendieron, conforme la onda expansiva atravesaba el Pacífico, a otras latitudes, como California, Perú, y la costa de Chile, en particular, que recibió todavía bastante fuerza de la onda (pues ésta no se expande uniformemente por el océano, sino que sigue un patrón irregular de propagación).

Pero faltaba más: terremoto y olas causaron daños graves a varias plantas nucleares en Japón. En una de ellas (Fukushima) se produjo una explosión que liberó gases radiactivos a la atmósfera. Y el riesgo de una liberación masiva de material nuclear era alto.

¿Se trató de un accidente –y por tanto, previsible– o un desastre natural, que por definición está más allá de nuestro control?

Por supuesto, un terremoto es un fenómeno natural, imprevisible e inevitable. Pero para que éste se convierta en catástrofe humana tiene que haber falta de previsión. Japón está en una zona sísmica; sus habitantes saben que viven en riesgo. Por otra parte, un tsunami después de un terremoto marino tampoco es nada excepcional. La prevención de desastres consiste, precisamente, en tomar medidas razonables, basadas en la probabilidad de que se presenten fenómenos naturales dañinos, para minimizar los estragos que éstos puedan causar a la sociedad humana. ¿No tomaron los ingenieros nucleares en Japón las medidas adecuadas?
De hecho, sí lo hicieron. Pero los eventos superaron todas las previsiones. Un reactor nuclear consta de barras de combustible radiactivo –uranio o plutonio– que sufren una reacción controlada de fisión a altísima temperatura, que hace hervir agua, la cual se aprovecha para generar electricidad. Ante el terremoto, un sistema automático paró por completo la reacción nuclear –introduciendo totalmente las barras controladoras de cadmio u otro material que absorben los neutrones y detienen la reacción en cadena. Pero el núcleo radioactivo del reactor sigue caliente, y necesita un bombeo constante de agua durante días para enfriarse totalmente.

En Fukushima el temblor, combinado con el tsunami, cortó la energía eléctrica que alimenta las bombas de agua, y dañó además las plantas de emergencia. Los reactores quedaron entonces en riesgo de sobrecalentarse y fundirse –en inglés se habla de un nuclear meltdown–, con lo que el material radiactivo podría atravesar la pared de acero del reactor y la doble cubierta de hormigón que lo protege, quedando expuesto y generando una contaminación desastrosa, como ocurrió en Chernobyl en 1986.

Afortunadamente, al parecer eso no sucedió. Los técnicos japoneses lograron bombear agua de mar para enfriar los núcleos, aun cuando esto dejó inservibles los reactores. Pero sí hubo escape de radiación, debido a la explosión de gas hidrógeno acumulado por la corrosión acelerada que sufrió uno de los reactores. Por ello, las autoridades de salud japonesas toman ya medidas para reducir los daños por radiación en la población.

¿Cuántas centrales nucleares hay en Japón?

Japón posee 53 reactores nucleares activos, agrupados en 17 centrales nucleares como la de Fukushima I. Cada central posee un número diferente de reactores nucleares, por ejemplo, Fukushima I posee 6 reactores nucleares, de los cuales 3 se encontraban en funcionamiento en el momento del sísmo.
Las 4 centrales nucleares más próximas al epicentro del sísmo son: Fukushima I (con 6 reactores) también llamada Fukushima Dai-ichi (que significa número uno en japonés) , Fukushima II (con 4 reactores) también llamada Fukushima Daini (que significa número dos en japonés), Onagawa (con 3 reactores) y Tokai (con 1 solo reactor).
Cuando se inició el terremoto, estaban en funcionamiento 37 reactores nucleares de las 17 centrales japonesas. Tras el terremoto, las centrales de Fukushima I, Fukushima II, Onagawa y Tokai  interrumpieron el proceso de fisión en los 11 reactores que tenían operativos.
De acuerdo con la información suministrada por World Nuclear News, en Fukushima I, los reactores 1, 2 y 3 se apagaron automáticamente. Los reactores 4, 5 y 6 ya estaban apagados por inspección periódica.
La parada de un reactor se produce al introducir en el mismo unas barras de control que captan neutrones, parando así la reacción en cadena. El enfriamiento del reactor no es inmediato y es complejo, requiere intervención por parte de los sistemas de refrigeración y un control durante todo el proceso. El tiempo que tarda un reactor en realizar una parada automática a frío funcionando correctamente la refrigeración es de 36 horas. En el caso de Fukushima I, la refrigeración de los reactores falló por avería en la alimentación de las bombas, por ello, no se pudo controlar su proceso de parada con las consabidas consecuencias.


Diferencias entre Chernóbyl y Fukushima   
Para evitar que la planta nuclear de Fukushima termine igual que Chernobyl en 1986, los ingenieros japoneses se las arreglan contra-reloj.  El mundo comprueba con miedo que esta tragedia estaba anunciada.  Al momento de Chernobyl habían cerca de 300 reactores en el mundo.  Ahora hay 442 y 65 más en construcción.  Fukushima es otro anuncio temprano.
 La liberación controlada de vapor puede haber reducido la presión del reactor – contrario a Chernobyl cuya explosión inesperada liberó radiación equivalente a veinte bombas en Hiroshima – pero sin sistemas de enframiento, el reactor seguirá calentándose y siendo pesimistas, repitiendo la historia.
 La comunidad aterrada piensa que las autoridades japonesas ocultan la gravedad de la situación. Tras la televisada explosión en la planta cuesta trabajo creer que se trató de "tan solo un poco de vapor con mínimas cantidades de radiación", de igual densidad a la aplicada a pacientes de quimioterapia.  Para quienes no recuerden, Chernobyl empezó con una explosión de vapor.  Luego el fuego que ardió por 10 días levantó una nube de radiación que se expandió por Rusia y tres cuartas partes de Europa.
 En Chernobyl 336 mil personas fueron evacuadas, en Japón van 140 mil.  Al día siguiente de la explosión en Ukrania comenzó la evacuación en un radio de 30 kilómetros alrededor de la planta, tiempo similar que le tomó a las autoridades nucleares de Japón para ampliar su radio de peligro de 10 a 20 kilómetros.
 Al contrario de Chernobyl, los modernos reactores nucleares están diseñados para detener la fision nuclear si el sistema de enfriamiento por agua no funciona, pero la explosión en Fukushima, donde el sistema de energía externo se detiene y el de respaldo fracasa, demuestra que detener la fisión no soluciona el problema si el reactor sigue calentándose, aumentando la presión del vapor y no hay manera de enfriarlo, hasta que éste explota.
 Lo Que Viene Después Para Japón
Las consecuencias económicas de una explosión nuclear en una área tan densamente poblada en la agitada vida industrial de Japón será catastrófico para el archipiélago.  El terremoto llegó en el peor momento económico de la isla con una deuda pública que dobla sus $5 trillones de dólares de producción interna.
 Lo triste de la situación es que Japón quedará sola en su intento por recuperarse ya que su economía no es del tamaño de China o Estados Unidos y su exclusión del comercio mundial no afectará ni la producción de petróleo ni de bienes o servicios esenciales para la vida moderna.
Chernobyl en el futuro, puede ser uno de los peores desastres nucleares en la historia pero no el más grave, porque escenarios más fatales que éste pueden producirse.
 Mientras los más optimistas se aferran a la idea de que "el peor escenario" no ocurra, la comunidad científica debe comenzar a debatir y pensar en alternativas diferentes para saciar el apetito de energía que el siglo ventiuno trajo consigo. 
Definitivamente, la energía nuclear al igual que el petróleo, son dos monstruos de la naturaleza que no hemos podido controlar.



martes, 19 de abril de 2011

Diferencias Fukushima y Chernóbil


Esto llevó a que dos días después el gobierno japonés asumiera que el accidente de Fukushima podía ser comparado con el de Chernóbil al colocarlo en el máximo nivel en la escala de INES, que mide las consecuencias y repercusiones que puede tener un accidente nuclear. Más tarde, los voceros de la compañía Tepco, dueña de la central nuclear, expresaron que la fuga radiactiva que aún no logran detener en la central japonesa podría superar a la ocurrida en Ucrania en la central de Chernóbil. La escala de INES que mide los sucesos nucleares determina el nivel de cada uno de acuerdo a las consecuencias que deja en el ambiente:
Nivel 1: Anomalía
 Nivel 2: Incidente
 Nivel 3: Incidente importante (con nivel de radiación superior a 10 veces el límite establecido)
Nivel 4: Accidente con consecuencias de alcance local;
Nivel 5: Accidente con consecuencias de mayor alcance
 Nivel 6: Accidente importante (con liberación significativa de materiales radiactivos);
Nivel 7: Accidente grave (con liberación de material radiactivo con amplio efecto sobre la salud y el medioambiente)
Que un accidente nuclear sea calificado de grado 7 implica que ha liberado un cantidad grave de materiales radiactivos con efectos notables en la salud y en el medio ambiente. En el caso de Fukushima, donde ya se han emitido decenas de miles de terabequerelios de yodo 131″, dicha calificación parece acertada.Pese a las increíbles similitudes que este accidente tiene con Chernóbil el subdirector de la Agencia Japonesa de Seguridad Nuclear (NISA), Hidehiko Nishiyama, intentó desmarcar el accidente de Japón con el de Ucrania objetando varias cosas:
  •  Que la fuga radiactiva de Fukushima es solo un 10% de la de la central soviética;
  • Que no ha provocado muertes cosa que sí ocurrió en Chernóbil (murieron 29 trabajadores);
  • Que la explosión ha sido de hidrógeno y no del núcleo del reactor como ocurrió en Chernóbil
  • Que pueden continuar los trabajos para controlar la situación mientras que en Chernóbil no pudieron volver a entrar en la central luego del accidente.
Sin embargo, poco después, la compañía Tepco ofreció un discurso mucho menos aliciente para Fukushima al decir que “La fuga radiactiva no ha terminado y nuestra preocupación es que pueda superar la de Chernóbil“.
Sumado a todo esto se dice que Japón puede llegar a tardar mucho tiempo en controlar la central de Fukushima y mientras continúen los temblores y las réplicas la situación se complicará aún más.Cabe aclarar también que el accidente de Chernóbil, el que mayores consecuencias ha dejado en el medio ambiente hasta el momento, provocó una contaminación radiactiva diez veces superior a la que hasta hoy ha ocasionado Fukushima. Además, la contaminación de Chernóbil fue masiva debido a que el reactor sufrió una fuerte explosión que diseminó las partículas radiactivas al exterior a gran altura y distancia. Luego de la explosión hubo un incendio que eliminó radiación al aire durante 10 días. Julio Gutierrez, especialista en Energía Nuclear habla acerca de lo que implica que Fukushima sea comparada con Chernóbil.

Reactores Nucleares


¿Qué pasa ahora en el núcleo de los reactores nucleares?

El núcleo de un reactor consiste en una serie de tubos o varillas metálicas de circonio que contienen pellets de combustible de uranio almacenado en los que ingenieros llaman equipos de combustible.Se bombea agua entre las varillas para mantenerlas frescas y para crear el vapor que impulsa una turbina generadora de electricidad. La refrigeración de apoyo tuvo problemas varias veces durante los últimos tres días en los reactores 1, 2 y 3 en la planta de Fukushima. En el funcionamiento normal de un reactor, neutrones de energía alta del combustible de uranio golpean átomos y los rompen, en una reacción en cadena que genera calor, nuevos elementos radiactivos como estroncio y cesio, y nuevos neutrones que continúan el proceso. La reacción en cadena se detuvo a pocos segundos del terremoto en todos los reactores nucleares en Japón, inclusive los más afectados, ya que se apagan automáticamente: barras de control hechas de boro se insertaron en el combustible, que absorbieron los neutrones. Sin embargo la degradación natural de los materiales radiactivos en el núcleo del reactor continúa produciendo calor, llamado calor residual, que cae a un cuarto de su nivel original durante la primer hora, y luego desaparece más lentamente. Normalmente ese calor es eliminado por bombas de refrigeración que en la planta de Fukushima perdieron el suministro de energía de emergencia a causa del terremoto, el tsunami o ambos. Trabajadores de emergencia intentan refrigerar los núcleos del interior de los reactores y remover el calor residual con el bombeo de agua de mar al interior de estos. Agregaron ácido bórico al agua de mar para intentar detener las reacciones nucleares aun más, como medida adicional de precaución. La refrigeración de los reactores es importante porque aunque se hayan detenido las reacciones en cadena, aun queda suficiente calor para fundir las varillas metálicas que rodean el combustible de uranio. Si estas se calientan lo suficiente, reaccionan químicamente con el agua que las rodea, lo que produce un gas de hidrógeno explosivo. Fue ese gas de hidrógeno lo que causó las dos explosiones en la planta de Fukushima, en la unidad 1 el sábado y en el reactor 3 el lunes, según expertos y funcionarios. Ingenieros intentaron ventilar el hidrógeno hacia la atmósfera, lo que también contribuyó a cierto grado de radiación local porque el gas contenía pequeñas cantidades de partículas radiactivas.El núcleo del reactor está dentro de un espeso contenedor de acero, rodeado por una estructura de contención de hormigón. Alrededor del conjunto hay un edificio más abierto con una cobertura bastante delgada a la que no se le da una función estructural importante. Las explosiones de hidrógeno sólo dañaron al edificio externo, que colapsó, no a las estructuras internas, según las autoridades. Si se rompiera una cúpula de acero en el interior de un reactor, subirían los niveles de radiación. Pero a esta altura ya no hay suficiente calor como para destruirlas, dicen expertos. Aun queda el riesgo de que se funda el núcleo, que es lo que ocurrió en Three Mile Island en Pennsylvania en 1979. En ese caso, el sitio sería sellado en forma permanente.

"PRODUCTOS MILAGRO;LOS RIESGOS PARA LA SALUD"

En este artículo nos informa del gran fraude producido por los famosos productos “milagro” que prometen curar casis todo, pero que en realidad no hay pruebas científicas que los respalden. Descubrimos gracias a este artículo lo que oculta la engañosa publicidad de estos artículos.
Productos como pastillas, geles, cremas, mascarillas, champú y miles de ungüentos están en la lista negra de productos “milagro”, ya que ni siquiera cuentan con la autorización de la secretaria de salud ni las pruebas de eficiencia, calidad y seguridad, y que por la publicidad con la que se anuncia este tipo de productos en todos los medios de comunicación, cualquiera podría pensar que de verdad son milagrosos pero lo que no sabemos es que en el extremo contrario, los productos milagro, por carecer de autorización o tener una inapropiada, pueden resultar inocuos en el mejor de los casos, o nocivos para la salud de quien los usa, pues no se conoce su composición química. La publicidad con que se anuncian, llena de afirmaciones imposibles de comprobar que induce al error, oculta contraindicaciones y exagera características o propiedades.



Los daños causados por estos productos son demasiados y a mi punto de vista deberían ser tomados muy en cuenta; en el mercado de estos productos inservibles y hasta dañinos que solo generan el daño económico de comprar un producto que no sirve para nada se calcula en cientos de millones de pesos en México, y eso no es lo mas importante, lo que realmente hay que tomar en cuenta es el mal generado en nuestra salud. Pero en fin el consumo de este producto es responsabilidad de quien lo recomienda y quien lo usa.

“PROPUESTAS PARA EVITAR CREER EN LOS PRODUCTOS MILAGRO”


1. Se debe desconfiar y rechazar aquellos productos con pretendida finalidad



sanitaria en cuyo etiquetado, publicidad o material promocional se observan las



siguientes prácticas prohibidas por la normativa vigente:



• Proporcionen seguridades de alivio o curación cierta.



• Sean anunciados como rápidos y eficaces para una amplia gama de enfermedades



• incluso graves (productos “cura todo”.



• Aporten testimonios de profesionales sanitarios, de personas famosas o de pacientes reales o supuestos.



• Utilicen el término natural como característica vinculada a pretendidos efectos preventivos o terapéuticos.



• Sugieran propiedades adelgazantes o contra la obesidad.



• Sugieran que su consumo potencia el rendimiento físico, psíquico, deportivo o sexual.



• Atribuyan efectos preventivos y terapéuticos a productos alimenticios o cosméticos.



• Atribuyan carácter superfluo a la consulta médica o farmacéutica o a los medicamentos.



2. Se debe leer siempre el etiquetado de los productos y rechazar aquellos productos en los que se observen las siguientes irregularidades:



• La información no figure en el idioma oficial español.



• No figure la composición cualitativa y cuantitativa completa.



• No figure el lote.



• No se identifique el fabricante o el responsable de la comercialización.



• No vaya acompañado de la información necesaria para su correcta utilización (posología, advertencias de uso, interacciones contraindicaciones).



3. Se deben rechazar los productos que se presenten como medicamentos, es decir que se atribuyan propiedades preventivas o terapéuticas, sin estar autorizados como tales.



4. Se deben rechazar los remedios secretos, es decir, aquellos en los que no se declara su composición.



5. Se deben rechazar los productos con finalidad preventiva o terapéutica que se vendan por correo, por Internet o a domicilio, ya que no ofrecen garantías en cuanto a la procedencia del producto o al control del proceso de fabricación y/o conservación por lo que su uso puede entrañar un riesgo para la salud.



6. Se debe consultar con un profesional sanitario antes de tomar cualquier producto con finalidad preventiva o terapéutica o para modificar el estado físico o psicológico, o para restaurar, corregir o modificar funciones fisiológicas, en particular si se trata de niños, ancianos, enfermos crónicos o mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como si se está en tratamiento farmacológico.



7. Si se está auto medicando con algún producto con finalidad sanitaria se debe informar al médico y al farmacéutico para que éstos puedan proporcionarle el adecuado consejo profesional y se puedan prevenir, detectar o solucionar problemas tales como interacciones, contraindicaciones, duplicidades u otros.



8. No se debe abandonar nunca ningún tratamiento establecido por el médico, sustituyéndolo por un producto milagro.



9. Si sospecha que un producto le ha podido causar algún efecto adverso, contacte con un médico o farmacéutico y notifique dicho efecto.



10. Denuncie al Departamento de Salud o informe a algún profesional sanitario sobre todos aquellos productos en los que aprecie alguna irregularidad de las mencionadas con anterioridad o sobre los que haya apreciado algún problema respecto a su eficacia, calidad o seguridad.
“INVESTIGACION INDEPENDIENTE DEL TEMA”

Ciudad de México
Jueves 14 de abril de 2011



Julián Sánchez
El Universal



Piden analizar beneficios de productos milagro



“Advierten que son adquiridos en una sola ocasión por el consumidor, porque éste descubre que no tiene los resultados esperados”



Ante el incremento de productos milagro, es necesario acotar más las leyes y que el consumidor analice si realmente "los grandes beneficios" que le ofrecen pueden ser reales, además deben convencerse de que lo que paga le da un valor verdaderos a su dinero, consideró Cielo Unda especialista de marketing.



En entrevista, Unda, quien es gerente de Marketing de BDF, Nivea México, destacó en el marco de los 100 años de esa empresa, que ante la ausencia de un sustento científico y de investigación, los llamados productos milagro llegan a ser adquiridos en una sola ocasión por el consumidor, pues descubre que no tiene los resultados esperados, como sí lo tienen las marcas que si garantizan su producto.



Por ello, dijo, no resulta una competencia desleal, porque empresas como Nivea tiene toda una tradición y cada uno de sus productos está respaldado por investigaciones científicas y diversas pruebas a unos 30 mil voluntarios anualmente en todo el mundo, quienes los prueban antes de salir al mercado y constatan que es digno de llegar al consumidor final.



La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) publicó el pasado 14 de febrero una lista de 250 productos a los que en su publicidad se les atribuyen propiedades terapéuticas, preventivas o de rehabilitación, sin tener base científica ni tienen la autorización para ser comercializados como medicamentos.



Se trata de algunos como Prostamax y Prostaliv, que según los anuncios televisivos ayudan a tener una "próstata saludable" y evitar inflamación e, incluso, un supuesto doctor llamado Salvador Armengol explica en esa publicidad a la conductora Rocío Sánchez Azuara los beneficios de este último producto.



Y en su página de internet se asegura que con esa sustancia el consumidor obtendrá "una función urinaria saludable, mejores noches de sueño, una protección antioxidante y resultados en dos a cuatro semanas".



Ante esta norma, La Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) informó recientemente que retira de sus 15 mil puntos de venta los 250 productos milagro que, de acuerdo con la Cofepris, no cumplen con funciones terapéuticas ni tienen sustento científico.




Cielo Unda insistió en que más que aplicar mano dura en contra de esas empresas, que realmente no representan una competencia desleal porque finalmente su mercancía no es comprada en varias ocasiones por un mismo cliente, debe aplicarse correctamente la ley.