jueves, 21 de abril de 2011

DESASTRE ¿NATURAL?

POR: GUSTAVO CORONA 
El terremoto de grado 9.0 ocurrido en japón fue un desastre natural que conllevo a un tsunami el cual afecto a los plantas nucleares las cuales tienen cierto grado de calidad en su construcción pero eso no evita que tengan fallas en situaciones inesperadas .
todo se centro en un punto de alta emergencia por varias razones ,  QUE SI SE HABÍA ESCAPADO MATERIAL RADIOACTIVO ?, QUE SI ERA IGUAL AL DE CHRERNOBYL? pero lo mas importante era como controlar esas fallas  y tener todo bajo control y como el ser humano puede hacer lo imposible posible todo quedo en un pequeño desastre natural el cual no tuvo grandes efectos secundarios sin contar dejar escapar material radioactivo al aire y al mar que según los expertos no tienen ningún daño para la salud .
En conclusión la tragedia que ocurrió en japón es posible que sirva para que ciertos gobiernos y opinión publica se opongan rotundamente a ese tipo de formas alternativas  de generación de energía y ademas conocer a ciencia cierta que efectos negativos va a causar.


INVESTIGACION

Tres plantas nucleares de Japón, afectadas por el terremoto

TOKIO, 13 de marzo.- La crisis nuclear en Japón se recrudece al paso de las horas y ya son tres plantas atómicas afectadas tras el terremoto de 9.0 grados Richter ocurrido el viernes pasado y seguido por un devastador tsunami.
En dos de las centrales nucleares ya se declaró emergencia, y una tercera, la planta nuclear de Tokai, en la prefectura de Ibaraki, perdió su sistema de refrigeración por una avería, citó la agencia de noticias Kyodo al organismo de incendios y desastres de Japón.
La compañía administradora Japan Atomic Power destacó que la instalación se apagó automáticamente tras el terremoto de magnitud 9.0 del viernes.
No se dieron más informaciones sobre el actual incidente en la planta.
Pocas horas antes del más reciente incidente en Tokai, las autoridades japonesas habían declarado el estado de emergencia nuclear para la planta en Onagawa, debido al elevado nivel de radiactividad, comunicó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Japón informó al OIEA de que la operadora de la central nuclear de Onagawa, Tohoku Electric Power Company, ha fijado el nivel de alerta en uno, el más bajo de la escala, tras el devastador terremoto del pasado viernes en Japón.
Las autoridades niponas dijeron al organismo de la ONU que "los tres reactores en la planta nuclear de Onagawa están bajo control".
Según el OIEA, la declaración de alerta se debió a "la lectura de los niveles de radiactividad permitida en los alrededores de la planta. Las autoridades japonesas están investigando la fuente de la radiación".
La central atómica de Onagawa está ubicada en la prefectura de Miyagi, unos 450 kilómetros al norte de Tokio, una zona afectada por el sismo de 9.0 grados en la escala de Richter del pasado viernes, el más fuerte jamás registrado en Japón hasta ahora.
El temblor y el posterior tsunami afectaron gravemente también a dos de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, unos 150 kilómetros al sur de Onagawa, en la costa oriental de Japón, por lo cual también se había declarado emergencia.
En el caso de Fukushima, las autoridades niponas informaron al OIEA que la operación de ventilar el sistema de contención del reactor número 3 comenzó hoy por la mañana para permitir que la fuga controlada de vapor rebaje la presión en el interior de la vasija de contención del reactor.
Este procedimiento se aplicó después de que fallaran varios intentos de refrigerar la planta, primero con agua normal y después con agua de mar, agregó el comunicado del OIEA.
Sin embargo, los expertos japoneses no precisaron si la salida de vapor contribuyó a aumentar el nivel de radiactividad en el entorno de las instalaciones, aunque sí advirtieron de "una posible acumulación de hidrógeno".
Una acumulación de hidrógeno similar pudo ser la causa de la explosión ocurrida ayer en el reactor número 1 (de los seis existentes) en Fukushima, que destruyó el tejado y las paredes exteriores, tal como pudo verse por la televisión nipona.
El OIEA, responsable de velar por la seguridad de las centrales nucleares, ha ofrecido sus buenos oficios para apoyar a Japón tras el terremoto en el marco de la Convención de Asistencia vigente.

DIFERENCIAS CON EL ACCIDENTE DE CHERNOBYL

El Foro de la Industria Nuclear española observa varias "diferencias" entre el accidente de central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón), que ha sido clasificado con el nivel 7 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés), debido a la emisión de radiactividad al exterior, por lo que se sitúa al mismo nivel que el registrado en la central de Chernóbil (Ucrania) en 1986, aunque en este caso, la máxima clasificación se debe a la destrucción total del reactor y a las graves consecuencias de contaminación y dosis de radiación a grandes distancias de la planta.
   Así, el Foro Nuclear observa algunas diferencias entre ambos accidentes que incluyen la tipología del reactor, el origen y causa del accidente; las consecuencias inmediatas; los acontecimientos posteriores; y los efectos en la contención de los reactores.
   Concretamente, señala que la base para reclasificar la calificación provisional de nivel 5 para los reactores 1, 2 y 3 ha sido la emisión de radiactividad al exterior.
   En cuanto a las diferencias, explica que el reactor de Chernóbil era de grafito y refrigerado por agua en ebullición (RBMK) mientras que los tres de Fukushima están moderados y refrigerados por agua en ebullición (BWR).
   Además, el origen del accidente de Chernóbil se debió a errores básicos en el diseño y en la operación que dejaron fuera de servicio "voluntariamente" varios sistemas de seguridad para realizar un experimento, por lo que el reactor estaba en operación en el momento del accidente y éste se encontraba dentro de un edificio convencional que carecía de estructuras de contención.
   La diferencia, añade el Foro Nuclear, con Fukushima, sucedió al producirse el terremoto de 9 grados de magnitud en la Escala Richter y los tres reactores que estaban en operación pararon de forma automática, al tiempo que el reactor número 4 estaba en parada por mantenimiento y las unidades 5 y 6 también estaban paradas y separadas de las otras.
   Respecto a las consecuencias, en Chernóbil los errores de operación y una combinación inestable del caudal de agua de refrigeración y la situación de las barras de control provocaron una elevación incontrolada de la potencia generada por la fisión nuclear en unos tres segundos. El combustible se fundió y reaccionó "violentamente" con el agua, originando una onda de presión que destruyó el núcleo, la tapa de la vasija y el edificio convencional que alojaba el reactor, esparciendo una mezcla de combustible, grafito y elementos estructurales por varios lugares de los restos del edificio y saliendo al exterior.
   En ese sentido, en Fukushima, los elementos combustibles se encontraban contenidos en las vasijas quedaron con su calor residual, producido por la desintegración de los productos radiactivos de fisión contenidos en los mismos, y equivalente a un porcentaje reducido de la potencia nominal, decreciente rápidamente con el tiempo transcurrido desde su apagado (a las doce horas queda sólo un 1 por ciento), al tiempo que, en ese momento, entraron en funcionamiento los sistemas de refrigeración de emergencia. El Foro Nuclear precisa que normalmente estos se alimentan con energía eléctrica de la red exterior, pero al faltar este suministro por el terremoto, los sistemas actuaron alimentados por baterías, mientras arrancaban los generadores diesel de emergencia.
CHERNÓBIL, SIN SOLUCIÓN, OPTÓ POR VERTER AL AIRE
   Respecto a las consecuencias, considera que en Chernóbil "no había recuperación posible" por lo que comenzaron el vertido aéreo de "grandes cantidades de diversos materiales" para impedir la dispersión de los materiales radiactivos al exterior, pero no fue hasta "mucho más tarde" cuando se construyó el sarcófago que sirvió "temporalmente" de una contención que no estaba en su diseño original.
   Por el contrario, afirma que en Fukushima, desde el terremoto hasta la llegada del tsunami, el procedimiento funcionó de acuerdo al diseño, pero el maremoto inundó los edificios, dejando fuera de servicio los generadores diésel y "un número indeterminado" de elementos, y en particular los que regulan los sistemas de refrigeración del núcleo en caso de emergencia y los de las piscinas de almacenamiento de combustible usado. De este modo, reconoce que a partir de ese momento se perdieron "todas las fuentes eléctricas" y la regulación del venteo de las vasijas de los reactores afectados, así como los venteos de los edificios de contención primaria a los edificios del reactor y el control de las concentraciones de hidrógeno en los edificios de contención.
   En todo casos, subraya que "todas" las acciones se encaminaron a evitar el calentamiento de los elementos combustibles que estaban en las vasijas de presión y en las piscinas de combustibles y precisa que "no ocurrieron ni pueden ocurrir reacciones de fisión en criticidad, porque la actuación de los sistemas automáticos de control, al ocurrir el terremoto, dejó los reactores en condición subcrítica".
   Asimismo, recuerda que el reactor de Chernóbil no tenía edificio de contención donde habría quedado confinada la radiactividad, mientras que en Fukushima "todo el conjunto" está encerrado en el edificio del reactor.
   Por otro lado,, apunta que la escala INES clasifica los sucesos nucleares en función del impacto fuera del emplazamiento, sobre todo de liberación de radiactividad al medio ambiente; el impacto dentro de los límites del emplazamiento, incluyendo los daños en la instalación y la sobre-exposición de los trabajadores; y la degradación de la defensa en profundidad.
   Finalmente, recuerda que nivel 7, el máximo de la escala, es "accidente grave que libera al exterior una fracción significativa del contenido de los productos de fisión más volátiles acumulados en el núcleo del reactor" y que ocasiona en amplias zonas -- incluso a más de un país-- efectos "nocivos para la salud y el medio ambiente que pueden persistir a largo plazo", una categoría que hasta ahora sólo ostentaba el accidente de Ucrania del que próximamente se cumplen 25 años.

POR :GUSTAVO CORONA 3Bv



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