Para tratar huesos rotos se utiliza un sistema de poleas y cuerdas para mantener estacionaria la parte afectada del cuerpo.
Para tratar fracturas a la espina dorsal, es necesario estirar la misma a lo largo de su longitud para que las vértebras sanen. Para lograr esto, se acuesta al paciente horizontalmente sobre una camilla, se le coloca un cabestro con una cuerda directamente a la cabeza, se pasa la cuerda horizontal sobre una polea y se le añade un peso colgante al extremo colgante de la cuerda. El peso colgante es igual a la tensión de dicha cuerda y, a la misma vez, es igual a la fuerza aplicada a la espina dorsal ya que la cuerda transmite dicha fuerza desde donde es aplicada hasta el punto de contacto con la cabeza. La fricción entre el paciente y la camilla evita que el paciente se deslice sobre la misma.
Cualquier sistema de tracción puede ser analizado teniendo en cuenta dos aspectos importantes:
(1) la fuerza aplicada es en la dirección de la cuerda en el punto en donde ésta está conectada al paciente
(2) la fuerza es igual al peso colgando de la cuerda .
Si varias fuerzas actúan en un mismo punto, el método gráfico de suma vectorial o el método analítico de suma vectorial pueden ser utilizados para analizar el sistema.
Cuando el hueso de la cadera o el fémur se fractura hay una tendencia de que los músculos principales de la pierna se halen y desalineen los dos segmentos del hueso roto en el punto de fractura. Para prevenir esto, se utiliza un sistema de tracción con cuerdas y poleas en el cual parte del cuerpo es colocado bajo tensión para corregir el alineamiento de las dos estructuras adyacentes o para mantenerlas en posición. La fuerza neta sobre esa parte del cuerpo será igual a la suma vectorial de todas las fuerzas transmitidas a lo largo de las cuerdas que componen el sistema de tracción.
Gustavo corona potrero. 3Bv
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